viernes, 18 de marzo de 2016

El lobato y la borrega

EL LOBATO Y LA BORREGA
I
Era una mañana
del mes de las brevas.
El es un lobato
y ella una borrega;
él está en el árbol
llenando la cesta
y dice mimoso
cuando pasa ella:
—¡Ven á comel jigos
de la mi jiguera!
II
— Madri: Pericocho,
si está en la su güerta.
me dici asín siempri;,
cuando paso cerca:
«¡Ven á comel jigos
de la mi jiguera!»
—¡Quita, que es un brutu!
¡No los comas, prenda,
que esos jigos sabin
á jiel de la tierra!
III
Otra mañanita
del mes de las brevas
cerca del lobato
pasó la borrega.
— ¿No quieris tú jigos
de la mi jiguera?
— ¡Si dicin que sabin
á jiel de la tierra!...
IV
¡Cuánto tiempo en casa!
¡Cuánto tiempo enferma!
Cuántos cuchicheos
en las callejuelas,
y en las resolanas,
y en la misma iglesia!
Se quedó amarilla
como caña seca.
¡Por poco se muere,
la pobre borrega!
Y en cambio el lobato
¡qué lomos, qué fuerza!
V
Y otra madrugada
del mes de las brevas,
de las tempranitas,
de las sanjuaniegas...
cuando están los trigos
de color de cera,
cuando las escobas
más amarillean
y el color incuba
de fiebre materna
la segunda cría
de las linaceras,
cerca del lobato
pasó la borrega.
— Mañana temprano
güelvi á la mi güerta,
que Otra ves hay jigos
en la mi jiguera!

¡Qué guapo y que bruto!
¡Qué gruñir de bestia!
¡Qué callar tan manso
de herida cordera!...


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